UNA RESPUESTA UNIVERSAL Y UN ABRAZO INDESTRUCTIBLE
RENÉ CORTÉS

Lo que me sorprende del acontecimiento Guadalupano es que cuando la Virgen se presenta a Juan Diego, lo hace como respuesta a un anhelo preexistente vivo y latente por mucho tiempo en el corazón de los poetas nahuas (tlamatinime).[1]  La Virgen se revela como la Madre de Aquel que es la respuesta a los deseos más profundos del corazón. Ella se presenta como la mujer que ha dado a luz a Aquel a quien los poetas nahuas habían intuido con extraordinaria nitidez desde tiempos inmemorables y al que dirigían preguntas extraordinarias sin titubeos. Aquel a quien reconocían como la respuesta a estos anhelos y al que llamaban por su nombre, expresado de distintas formas, mismas que la Virgen utiliza para referirse a Su Hijo cuando dialoga con Juan Diego.

Otro aspecto sorprendente es la fuerte devoción del pueblo mexicano hacia la Virgen de Guadalupe (presente desde su aparición en el Tepeyac hace 500 años) que muestra su presencia viva en el abrazo maternal que muchos experimentamos.

Desde el punto de vista religioso y cultural, la Virgen es considerada la “primera evangelizadora”, cuya aparición hizo posible la “inculturación” del cristianismo (algo que no se pone en duda), sin embargo, su mensaje va más allá de un “proyecto” de evangelización o inculturación. Es algo de otra naturaleza o, mejor dicho, es la verdadera naturaleza que define al cristianismo: el anuncio de un acontecimiento que trasciende el tiempo y el espacio, las formas de devoción, el culto e incluso la “religiosidad” misma. Es algo que tiene que ver con el corazón humano que desea y busca respuestas apropiadas a su naturaleza.

Por otro lado, la Virgen no sólo ha entrado en la cultura mexicana fundando un pueblo nuevo, sino que ha establecido un vínculo indestructible con nosotros. Ella ha querido tener su casa y habitar aquí, pero no solamente como un símbolo o una imagen, sino realmente como nuestra propia Madre.

Hace algún tiempo escuché una entrevista en la radio que le hacían al historiador Jorge Traslosheros sobre el acontecimiento guadalupano, él describía esta actitud peculiar de los peregrinos que visitan a la Virgen: “ellos no van a verla para pedirle un favor, un milagro o una gracia en particular (como es común en otros santuarios marianos), la van a ver simplemente porque es su Madre”

En este sentido, la grandeza del acontecimiento guadalupano radica no sólo en que la Virgen comprende la sensibilidad o religiosidad indígena prehispánica (algo loable, pero en cierta forma secundario), sino en el hecho de que Ella, la persona más cercana y querida de Aquel que es origen y destino de todo, Aquel que le ha pedido permiso para encarnarse en su vientre, ha sido elegida y enviada como portadora de este anuncio al naciente pueblo mexicano: “Yo soy la Madre de Aquel por el que se Vive”,[2] (Aquel que el corazón de los poetas nahuas había buscado de manera pura y fiel desde tiempos inmemorables), y aunado a este anuncio (que en sí ya es motivo suficiente para una gran fiesta en el corazón), ha querido establecer un vínculo sanguíneo con nosotros, idéntico al que tiene con Su Hijo. Un doble acontecimiento, el primero es un anuncio que resuena en los corazones de todos los hombres, de cualquier época, lugar o condición, personas como tú y yo, que al igual que los poetas nahuas, no se conforman con respuestas parciales. El segundo es un regalo extraordinario: ¿Acaso no estoy aquí, yo que soy tu madre?[3]

Por esta razón, el anuncio que la Virgen porta es universal y siempre actual, precisamente porque es una respuesta no a un pueblo específico o una sensibilidad particular, sino al corazón humano que permanece idéntico en cualquier momento, época o lugar. La Virgen ha elegido quedarse con nosotros para siempre estableciendo un vínculo indestructible, no solamente dejándonos su preciosa imagen, sino donándose a sí misma como Madre, para recordarnos y acompañarnos discretamente en nuestro viaje personal hacia el reconocimiento del Único que puede responder a nuestros anhelos más profundos. Ella no solamente ha querido comunicarnos que la respuesta existe, sino que existe el camino para alcanzarla, un hombre, Su Hijo, Aquel por el que se vive, Jesucristo.

Aquí inicia la verdadera aventura; si se da crédito a las palabras de la Virgen y a su buen consejo de Madre, significa que siguiendo a su Hijo, en la modalidad con la que ha decidido hacerse encontrar en la tierra, se puede hacer experiencia de la belleza de “las flores que nunca se marchitan”, de aquella anhelada “tierra florida”[4] destino del hombre; de que aquel deseo expresado por los poetas puede cumplirse, “si yo no muriera”, si pudiera ir a “aquel lugar donde la muerte es vencida”, “donde de algún modo se existe”[5],  “ser tu amigo, estar a tu lado, caminar junto a ti en esta tierra”.[6]

Ese lugar, la “tierra florida” existe, se ha hecho experiencia en este mundo, es más, no sólo se ha hecho experimentable, sino que ha venido y continúa viniendo a nuestro encuentro cada día.

[1] Miguel León Portilla, La filosofía náhuatl estudiada en sus fuentes. UNAM, México 1993. p.15

[2] Miguel León Portilla, Tonantzin Guadalupe Pensamiento náhuatl y mensaje cristiano en el Nican Mopohua. “Nican Mopohua I, paleografía y versión al castellano”. El Colegio Nacional Fondo de Cultura Económica, primera edición electrónica, 2013.

[3] ¿Acaso no estoy aquí, yo que soy tu madrecita? ¿Acaso no estás bajo mi sombra y resguardo? ¿Acaso no soy la razón de tu alegría? ¿No estás en mi regazo, en donde yo te protejo? ¿Acaso todavía te hace falta algo? (Nican Mopohua) En Miguel León Portilla op. cit.

[4] Miguel León Portilla, Tonantzin Guadalupe Pensamiento náhuatl y mensaje cristiano en el Nican Mopohua. “Nican Mopohua I, paleografía y versión al castellano”. El Colegio Nacional Fondo de Cultura Económica, primera edición electrónica, 2013.

[5] Ms. Cantares mexicanos, fol. 17 v. En Miguel León Portilla, Quince poetas del mundo náhuatl. DIANA, México 1194.pp. 94

[6] Ms. Romances de los señores de la Nueva España, fol. 4v. y 5v. En Miguel León Portilla, Quince poetas del mundo náhuatl. DIANA, México 1194.pp. 99

LA VIRGEN HABLA EL LENGUAJE DE LOS POETAS
RENÉ CORTÉS

 Existen dos elementos representativos de la religiosidad náhuatl que tienen enfoques y probablemente también orígenes distintos.

El primero de ellos se inscribe dentro de una dimensión trascendental, profunda, original o primordial del mundo. Se refiere a la autoconciencia del hombre como un ser trascendente que se interroga sobre el sentido de la vida, del destino, de la realidad, etc. Se trata de una cuestión que podríamos llamar metafísica.

El segundo elemento es una visión simbólica de la realidad, que tiene que ver con la exigencia de explicación de las cosas, la cual se expresa por medio de los mitos. Para el hombre religioso, lo que carece de significado no es real; los mitos, en este sentido, son creaciones que tienen una finalidad explicativa y están presentes no únicamente en la cultura náhuatl, sino en todas las culturas de la antigüedad.

Regresando al primer elemento, éste se puede resumir en la intuición de un principio creador, origen y destino de todo, es decir, a lo que llamamos Dios, y que los nahuas o más específicamente, los sabios o poetas nahuas (tlamatinime)[1] nombraban con expresiones como: “El Dador de la vida”, “Aquel por el que se vive”, “El que se inventa a sí mismo”, El dueño de la región celeste”, “El dueño de cuanto existe en la tierra”, etc.[2] ¿Cómo llegaron al reconocimiento de esta realidad trascendental?, es una pregunta que también ellos se planteaban y que reconocen que no pudo ser fruto sólo de una reflexión, sino de una revelación divina: “¿de dónde proviene el canto que embriaga, el hermoso canto?”.[3]

El segundo elemento, como hemos apuntado, se refiere a los mitos, y aquí entran la gran cantidad de deidades y mitos que conforman el gran panteón prehispánico. Los pueblos chichimecas (y de manera particular los aztecas) llegados al valle de México adoptaron la cultura náhuatl de los pueblos allí asentados, y su religiosidad sobre el Ser Creador (tan profunda y verdadera como inaccesible), e incorporaron a ella una serie de mitos y deidades tribales para forjar la identidad de sus pueblos.

No queriendo desechar esta parte antigua y original que se pierde en la lejanía de los tiempos, pero que se mantiene viva en la memoria de los poetas (“lo que dejaron dicho nuestros abuelos”, “lo que es digno de preservar”, “la antigua palabra”, etc.)[4], intentaron incorporarla a su mitología y es así como probablemente pudo haber surgido Ometeotl, el dios dual y toda su prole.

Sin embargo, es extraordinario cómo la expresión más pura, más elevada y más noble de la sensibilidad religiosa náhuatl haya podido mantener invariable en el tiempo su forma original, preservada de manera magistral por medio de la poesía (flor y canto).

Esto es muy revelador: la poesía náhuatl,[5] no puede, sino estar dirigida al ser único, al Dios creador. cualquier otro destinatario sería una contradicción, algo simplemente inconcebible para los poetas.

Nezahualcóyotl, un gran exponente de la poesía náhuatl, quien también fuera emperador de Texcoco, era consciente de esta contradicción, no concebía la reducción a una forma parcial y pequeña la imponencia del Dador de la vida. Es significativo que, en la etapa final de su reinado, decide construir una pirámide sin templo (algo insólito), únicamente dedicada a este “Dios desconocido” añorado dramáticamente en sus poemas.[6]

No se conocen poesías dedicadas a Tláloc, Huitzilopochtli, Tezcatlipoca, etc., y si las hubiera, es difícil que éstas puedan compararse con las dirigidas al Dador de la vida, al Señor del cerca y del junto, a “El que se inventa a sí mismo”.

 Esto es muy relevante porque cuando la Virgen se presenta a Juan Diego no le dice: soy la Madre de Tláloc o de cualquiera de las otras deidades (es más, ni siquiera menciona a Ometeotl). Ella se expresa como Madre de Dios en los mismos términos con que lo hacen los poetas.

Otro dato relevante es que la Virgen también utiliza los términos Teotl (que era como los misioneros habían optado hacer coincidir el concepto occidental “Dios” al náhuatl) y Dios en castellano como queriendo evitar cualquier tipo de confusión, al subrayar que todos los términos que Ella utiliza se refieren al único Dios Dador de la vida: “in Ipalnemohuani, nelli Teotl Dios”.[7]

Algunos autores sostienen que la idea de un solo Dios pertenecía a una clase “elevada” y que la mitología politeísta era propia del pueblo necesitado de algo más inmediato, adecuado a “su nivel”. Sin embargo, al mirar los hechos, la Virgen se dirige en estos términos “elevados” a un macehual, a Juan Diego, alguien del pueblo, y quienes entienden el mensaje son en primer lugar y en gran número  los que como él, pertenecen a esta condición, por lo que creo que esta percepción original y primordial de la divinidad, no tenía que ver con ningún tipo de categorías, ya que tanto Juan Diego como todos sin excepción (sabios, nobles, etc.), pudieron reconocer con claridad que la Virgen respondía a las exigencias más profundas y auténticas de su religiosidad; latentes y anhelantes en su corazón desde siempre, por encima de todas aquellas otras formas que conocían y que les eran familiares, sin posibilidad de ambigüedad.

[1] Miguel León Portilla, La filosofía náhuatl estudiada en sus fuentes. UNAM, México 1993. p.15

[2] Ibid., pp. 164-168

[3] Ibid., pp. 144-145

[4] Ibid., p. 401

[5] Ibid., p. 178

[6] José Luis Martínez, Nezahualcóyotl vida y obra. Fondo de Cultura Económica, México 2003. p.46

[7] Miguel León Portilla, Tonantzin Guadalupe Pensamiento náhuatl y mensaje cristiano en el Nican Mopohua. “Nican Mopohua I, paleografía y versión al castellano”. El Colegio Nacional Fondo de Cultura Económica, primera edición electrónica, 2013.

SER FIELES MENSAJEROS DE LA VIRGEN DE GUADALUPE
JAVIER DE REGIL CAMET
  1. Dios todopoderoso decidió intervenir en muchos acontecimientos que se dieron en tiempo y forma durante el siglo XVI en la cultura azteca y española, con abundantes hechos, fechas y creencias previas.

  2. Pareciera que nuestro señor Jesucristo preparó el escenario para regresar de nuevo a la Tierra, no como prometió que regresaría al final de los tiempos, sino en esta ocasión haciéndolo en compañía de su madre, la Virgen María de Guadalupe en 1531, fecha muy importante y significativa para la civilización del devoto e intenso pueblo azteca, sumamente religioso, creyente de dioses equivocados y ofrecedor de sacrificios humanos muy sangrientos, más los autoinfligidos en grupo e individualmente. Daré en futuros artículos una descripción puntual del evento Guadalupano a detalle para su repaso.

  3. Se dio la ocurrencia de múltiples sucesos religiosos, históricos, astronómicos, geofísicos, naturales, de usanzas y costumbres que coadyuvaron en la realización de las apariciones de la Virgen de Guadalupe.

  4. Jesucristo nos encomendó la misión de aprender, comprender, practicar y comunicar a los demás su palabra y enseñanzas contenidas en los Evangelios, mientras que la Virgen Santa María de Guadalupe, en su mensaje nos pide que hagamos lo mismo, que nos convirtamos en sus fieles mensajeros.

  5. A diferencia del pasado, los hallazgos recientes de la ciencia confirman la existencia de Dios en la mente de muchos científicos; incluiré algunos temas que destacan los milagros de Jesucristo, pues Él mismo mencionó ,si no me creen por mis palabras créanme por mis obras, verdaderos portentos milagrosos de mecánica cuántica y que en el evento Guadalupano se vuelven a hacer evidentes; aunados a las maravillas que nos obsequió en la Tierra para nuestra sobrevivencia, en contraste con el ambiente nocivo de muchos planetas con situaciones o condiciones letales para la vida del ser humano.

  6. Es vital prepararnos en el estudio y conocimiento del evangelio y del evento Guadalupano para aprovechar las oportunidades de evangelización que se nos presenten durante nuestra vida, correspondiendo al sacrificio de Jesús al redimirnos del pecado. Jesús nos enseñó el camino para que lo andemos.

  7. Gracias, Dios Jesucristo, y a ti madre nuestra, compasiva y preciosa, por seguir insistiéndonos siempre a que los busquemos, para salvar nuestras almas y podamos gozar de la vida eterna con Dios.

  8. El Papa juan pablo II comento que hay que evangelizar de nuevas maneras y que son cuatro los deberes que tenemos todo cristiano para con la fe: conocerla , vivirla, darla a conocer a otros y defenderla. El primer paso es empezar ya, hoy mismo, aprovechar la oportunidad mientras tengamos vida.

 

Mayo 2024 CP Javier de Regil Camet; Laico Guadalupano.

Autor de las Apariciones de la virgen de Guadalupe 1531 Resúmenes para estudiar.

EL SEGUNDO ACONTECIMIENTO MÁS IMPORTANTE DEL MUNDO CRISTIANO
JAVIER DE REGIL CAMET
  1. Dios hizo sentir su fuerte presencia en la creación del Universo, incluido el planeta Tierra; lugar muy propicio para la sobrevivencia de la vida humana, con infinidad de inusuales ventajas de los que debemos dar gracias a Dios a diario, aunque para la mayoría pasan desapercibidas; estamos rodeados de un espacio sideral muy amenazador y letal, como hemos ido aprendiendo intensamente con la ciencia en los últimos tiempos.

  2. Creó al hombre, un ser pecador con capacidad de elegir entre el bien y el mal.

  3. Hace poco más de dos mil años visito la Tierra nuestro Señor Jesucristo, el Mesías mostrándonos su palabra y enseñanza, ofreciendo su muerte y resurrección para redimirnos de nuestros pecados y darnos vida eterna.

  4. En Juan 10: 25 Jesús les respondió: “Ya se los he dicho, pero no me creen. Las obras que hago en nombre de mi Padre son las que dan testimonio de mí; (destacaba sus milagros, por ser prodigios de física, de mecánica cuántica, con un sorprendente e inexplicable manejo instantáneo a su simple voluntad sobre la energía y la materia y un maravilloso dominio del espacio tiempo).

  5. Antes de morir en la cruz Jesucristo estableció que la Virgen María a partir de ese entonces sería nuestra madre compasiva y amorosa de toda la humanidad.

  6. El evento Guadalupano en 1531, se constituyó como el segundo acontecimiento más importante del mundo cristiano. Pues es Cristo el principal protagonista en dichas apariciones de la Virgen de Guadalupe, lo que lo convirtió en un encuentro espiritual con Dios y el Tepeyac en tierra sagrada.

  7. La Virgen María de Guadalupe para alegría nuestra, confirmo abundantemente su papel como madre nuestra, intercesora por excelencia de la humanidad.

  8. La sagrada imagen estampada de la Virgen de Guadalupe, es prueba inequívoca de cantidad de milagros obras milagrosas adicionales ( lo que proclamaba Jesucristo una y otra vez para que creyésemos en su palabra); Jesús nos concede observar sus milagros impresos, algunos de ellos se descubrieron recientemente con el avance tecnológico, pese a tener casi quinientos años de antigüedad. Ahondare en el tema Dios mediante en futuros artículos.

  9. Es reconocido mundialmente como el evento más perfectamente inculturado del cristianismo y las creencia de los indígenas sin caer en idolatrías.

  10. Fue el evento evangelizador más grande y rápido de la historia cristiana, convirtiéndose al catolicismo a millones de personas. México y otras naciones somos en su mayoría cristianos gracias a la Virgen de Guadalupe, la estrella evangelizadora del planeta.

Mayo 2024 CP Javier de Regil Camet; Laico Guadalupano.

Autor de las Apariciones de la virgen de Guadalupe 1531 Resúmenes para estudiar.

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